Tomarse un vaso de agua tibia con el zumo de un limón en ayunas es un hábito que requiere muy poco esfuerzo pero que a largo plazo resulta muy beneficioso para nuestro organismo. Si el sabor del limón te resulta muy agrio le puedes añadir una cucharadita de las de café de miel u otro tipo de endulzante.
Nuestra recomendación es que desde el momento en el que te tomas el vaso de agua hasta que desayunas transcurran unos veinte minutos, pero no más. Aquellas personas que por su ritmo de trabajo tengan poco tiempo por las mañanas, pueden tomarlo nada más levantarse y aprovechar para terminar de prepararse antes de empezar a desayunar.
La principal razón por la que esta bebida ayuda a nuestro cuerpo es porque facilita la eliminación de toxinas que se acumulan a lo largo de la noche. Este remedio natural es una práctica sencilla que si se convierte en un hábito puede llevarse a cabo como si de un ritual matutino se tratara.
Hemos elaborado una lista de las principales aportaciones que nos brinda: