La historia de la calabaza de Halloween

Durante estas fechas cada vez vemos más en nuestro país algo que hace unos años no se veía, la decoración y festividad de Halloween, con sus calabazas correspondientes. Y es que ¿por qué no vamos a adoptar ciertas tradiciones? Y más si luego puedes disfrutar de una buena crema de calabaza, o de una tarta de calabaza con canela…

La historia de la calabaza relacionada con esta festividad viene de pueblo celtas de Escocia e Irlanda. La leyenda cuenta que el diablo fue a buscar a un hombre muy avaro, un granjero llamado Jack, éste pretendía llevarse su alma, pero Jack consiguió engañarle y atraparlo, a cambio de su libertad le hizo prometer que jamás volvería a por él.

Tras unos años Jack acabó muriendo, pero no fue admitido en el cielo por su mala vida, entonces cuando llegó al infierno el diablo no quiso recibirlo y lo condenó a deambular por los mundos del purgatorio, caminos negros y oscuros. Es por eso que Jack pidió al demonio una última cosa, unas brasas encendidas que alumbrasen sus pasos.

Jack, granjero hasta la muerte, vació uno de sus nabos y colocó la brasa dentro. Así fue deambulando Jack haciéndose popular su historia por Irlanda como Jack el de la linterna.

Pero ¿no es la calabaza la famosa? La leyenda cobró mucha más importancia en Estados Unidos por los inmigrantes irlandeses, pero, al no haber plantaciones de nabos y sí haber un gran excedente de calabazas, se comenzó a recrear el farol de Jack con esta hortaliza.