Cómo conservar más frescas tus verduras

Muchas veces desconocemos el método de conservación de las verduras frescas y empleamos el mismo para todas, lo que es un error ya que cada una tiene una manera de conservación que se ajusta a las propiedades de cada verdura en función de su tipo.

  • Verduras de hoja verde: guardar en frigorífico en la parte de debajo que suele ser la más fría. Hay que evitar que queden resto de aguas entre las hojas ya que podrían pudrirse. Si las envolvemos en papel celofán se creará un ambiente húmedo natural y durarán más.

  • Verduras de raíz: cortar las hojas de los extremos para que no extraigan la humedad de la raíz. Colocar las verduras en bolsas de plástico con agujeros. ¿La razón? De esta manera se evita que pierdan humedad, pero transpira.
  • Tomates: dejar a temperatura ambiente sin exponer a la luz solar. Si se meten en el frigorífico sin que estén muy maduros pierden en calidad.
  • Ajos y cebollas: conservar fuera del frigorífico, en un lugar fresco, seco y sin luz.
  • Pimientos: guardar dentro del frigorífico envueltos en plástico.
  • Tubérculos: conservar fuera de la nevera, en un lugar fresco, seco y alejado de la luz.